lunes, 12 de febrero de 2018

Amaba alejarse de todo aun de el mismo a veces, por eso siempre prefería la olvidada cafetería de aquella ciudad, en compañía de su libro, y en el soñaba con mundos mejores, con amores locos que jamas se terminaban, con niños que solo morían de risa, con pasiones eternas, y batallas que siempre terminaban bien.

Recuerdo los barcos de papel que solían navegar por la calle de mi casa, los amigos de siempre el fútbol de la tarde, las ganas de volar. Los primeros versos , las primeras letras de Mario y las canciones de Ismael que me hacían volar por un mundo desconocido para mi... 

No

  No seré yo quien te lleve las bolsas cuando vengas del mercado. No estaré por las mañanas cebandote ese mate que te traiga de nuevo acomod...