domingo, 24 de octubre de 2010

Calma

Fuimos la oscuridad, el silencio y la distancia

fuimos el final de un tango en la voz quebrada y borracha

fuimos un coro desafinado y lloroso

una carta a babel perdida en el océano

la calma, el cenicero en el piso


Un bar vacío a la siete en punto

un accidente en la avenida

siempre los huesos se quebraban

rechinaban los dientes


Fuimos la lluvia a la hora del té

migas de pan duro volando en las tejas

el ojo de la cerradura

las llaves perdidas


Siempre nos quedamos solos

cayeron las estrellas en el patio

nadie nunca salio a juntarlas…


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