sábado, 17 de julio de 2010

Un par de sueños

Anoche soñé con vos, estábamos en una librería, bailábamos una canción de Ismael, la gente se escandalizaba y nos miraban feo, bailábamos muy mal pero eso nunca nos importo, después de todo fue todo lo que hicimos siempre, bailar mal.


Sueño con vos muy seguido, y esto no es nada sorprendente. A veces sueño que estamos en la calle, que vos estas mirando hacia abajo con un par de sandalias en las manos como la primera vez que te vi… ya no recuerdo si te vi o me viste, pero en el sueño es diferente, vos sos real, suena ridículo no? Que seas real en los sueños y en la realidad seas otra cosa. Una luz tal vez, podría decirse, si, que sos una luz, sucede que el tiempo pasa rapidísimo, que un día estaba yo siendo un chico y después era ya grande y estaba destrozado por dentro, inanimado o roto y era un bollo en la cama muerto de miedo pero parpadeé una vez y estabas vos, sentada y todo era diferente, la ciudad, el clima y yo, yo era un fueguito sabes? Ese fueguito ardía y ardía por vos. Pero todo se complicó porque las cosas no eran como pensaba, porque no nos cruzamos nunca, fuimos un error, un malentendido, la conjunción de de mis demonios y tu luz y mis ganas.


Y el tango y la lluvia siguieron cayendo tristes en algunos lugares y nos confundíamos cada vez más y nos estrellábamos contra la realidad cada vez mas grotesca, cada vez más solos y tristes o alegres olvidando, mientras el río seguía pasando bajo el puente y las noticias, las malditas noticias de la economía que se cae todo el tiempo, que desbarata las capitales del mundo.


Parece todo terrible no? Mirándolo así parece que el mundo se nos callo encima, que se murieron todos los dioses, que se apagaron todas las luces, pero cometemos un error y hay que remediarlo, por respeto, por memoria, porque lo merecemos, porque el mundo no puede quedarse vacío por un simple error de coordenadas, porque nos confundimos, porque nos quedamos callados en países diferentes en los momentos que teníamos que gritarnos a la cara. No podemos condenarnos a la horca de la historia porque pensamos que tal vez. Debemos recuperarnos, armarnos y elevar a la esperanza mas allá de la nostalgia, tenemos todavía una fragilidad que reclama a gritos por lo suyo, tan adentro que cuesta escucharla, y aunque no sea tu dueño el amor no merece ser enterrado en el cementerio de lo imposible.


El orgullo y la arrogancia, tanta soberbia no harán mas que dejarnos así, solos en nuestras entupidas soledades, tiempo al tiempo y ceniza a la ceniza, ya ves… somos tan frágiles como cristales a la intemperie y nunca tuvimos en cuenta esto, es tiempo muchacha de dejar atrás los errores, aunque cueste pedir a gritos y llanto disculpas, después de todo el que pide disculpas también esta pidiendo compresión y sabiduría ganada del error reconocido, seamos hoy los valientes y arriesgados que intentan salvar el amor fugaz de estos días y así estaremos salvando mucho mas que un par de sueños…

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